El embarazo ectópico no diagnosticado a tiempo tiene en la mayoría de
los casos consecuencias desastrosas; un incremento en su incidencia en los
últimos años en diversas partes del mundo puede estar relacionado con el
incremento de los factores de riesgo; es de vital importancia identificar los
mismos para realizar un diagnóstico oportuno y sobretodo precoz.
En Estados Unidos, la
incidencia se ha cuadruplicado en los últimos treinta años, aumentando de 4,5 a 19,7 por mil embarazos.
La prevalencia es de 3 a
12 por cada mil nacidos vivos, constituyendo el 2% de los embarazos informados.
Sin embargo los centros de
control y prevalencia de la enfermedad en Estados Unidos han estimado que el
embarazo ectópico tiene una tasa de 16,9 por mil embarazos reportados, lo cual
representa un incremento cinco veces mayor en comparación con las tasas de
1970. En el Reino Unido supone el 8,3
por mil y el 10,2 por mil en países bajos.
En Suecia está tasa se incrementó de 5,8 a 11 por mil en un periodo de
quince años y en Gran Bretaña aumentó de 3,2 a 4,3 por mil nacidos vivos y abortos
terapéuticos.
El embarazo ectópico después
de una ovulación y fertilización naturales, se asocia con factores de riesgo
que lesionan la trompa y alteran el transporte del embrión. Estos factores de
riesgo se han clasificado según estudios realizados en factores de:
- Alto riesgo (Alto)
- Riesgo moderado (Medio)
- Y ligero aumento de riesgo (Bajo).
Como se aprecia, su
incremento probablemente es el resultado de un aumento en la prevalencia de los
factores de riesgo; pareciendo estar relacionado con la utilización de las técnicas de reproducción asistida, tratamiento de esterilidad, uso de
algunos métodos anticonceptivos (DIU),
la mayor incidencia de enfermedad
inflamatoria pélvica y la disponibilidad de técnicas diagnósticas más sensibles, como la ecografía con sonda vaginal y la determinación sérica de la fracción beta de la gonadotropina coriónica
humana que permite diagnosticar el embarazo ectópico en un estadio muy
precoz que antiguamente pasaban inadvertidos.
Entre los factores
predisponentes para la aparición de un embarazo ectópico se señalan:
- Mujeres con enfermedad inflamatoria pélvica (salpingitis) condicionada por Clamydia Trachomatis y Neisseria Gonorrheae.
- Anormalidades anatómicas de las trompas.
- Cirugía previa en las trompas (incluyendo esterilización).
- Masas tumorales extrínsecas que compriman las trompas.
- Anomalías del cigote.
- Endocrinopatías (deficiencia del cuerpo lúteo en ovulación tardía).
- Uso de DIU.
- Embarazo ectópico anterior (como resultado del tratamiento quirúrgico o por persistencia del factor de riesgo original).
- Consumidoras de anticonceptivos con gestágenos en dosis bajas.
- Técnicas de fecundación asistida.
- Fumadoras.
- Endometriosis.
- Adherencias secundarias a intervenciones quirúrgicas sobre el útero, ovarios y otros órganos pélvicos o abdominales.
Aunque la fertilización in vitro y la inducción de la ovulación constituyen
factores de riesgo importantes, se ha encontrado que los factores tubáricos (como salpingitis, ectópicos previos y cirugía)
son los factores de riesgo más
importantes para la aparición de un embarazo ectópico, después de la
fertilización in vitro.