Cuando un cirujano extirpa la apéndice cecal envía
inmediatamente la pieza a anatomía patológica para ser analizada por el
patólogo; esta conducta es importante para poder realizar el diagnostico de los
tumores del apéndice, ya que si es cierto que lo frecuente son los procesos
inflamatorios puros (Apendicitis Aguda),
esta es la única herramienta que tenemos para detectar los procesos tumorales,
dada lo poca sintomatología y que pueden manifestarse de forma idéntica a una
apendicistis.
Los tumores del apéndice cecal constituyen un grupo
heterogéneo de neoplasias con evolución y pronóstico variable. Tienen una baja incidencia, se estima que
corresponden al 0,5% de todas las neoplasias gastrointestinales y se encuentran
en el 1% de las apendicectomías.
Clasificación
de los tumores de apéndice
Benignos
Cistoadenoma mucinoso
Adenoma
Pólipo hiperplástico
Malignos
Cistoadenocarcinoma mucinoso
Carcinomas neuroendocrinos:
-Carcinoma
neuroendocrino bien diferenciado (carcinoide típico)
-Carcinoma neuroendocrino moderadamente diferenciado (carcinoide atípico)
-Carcinoma neuroendocrino poco diferenciado
(carcinoma de células pequeñas)
Adenocarcinoma tipo colonico
Carcinoma de células en anillo de sello
Adenocarcinoide
(Tumor neuroectodermico primitivo de la pared abdominal que infiltra el colon)
Los tumores apendiculares son más frecuentes alrededor de
los 45 años y se presentan con más frecuencia en las mujeres y en la mayoría de
los casos constituyen un hallazgo en los enfermos operados por una apendicitis aguda.
El carcinoma
neuroendocrino (también llamado carcinoide)
es el tumor apendicular más frecuente. Entre los tumores benignos, el más frecuente
es el cistoadenoma mucinoso.
Los adenocarcinoides
y adenocarcinomas apendiculares son
los menos frecuentes y tienen un pronóstico diferente. A pesar de que los
adenocarcinoides tienen una morfología intermedia entre los carcinomas
neuroendocrinos y los adenocarcinomas, presentarían una mayor agresividad que
los carcinomas neuroendocrinos y con frecuencia se asociarían a metástasis
ováricas y perifonéales. Los adenocarcinomas son los tumores apendiculares de peor
pronóstico e incluso se piensa que podrían tener una conducta más
agresiva que los cánceres de colon derecho, con mayor desarrollo de metástasis
ganglionares y sistémicas.
En la mayoría de los estudios clásicos se ha señalado que
la hemicolectomía derecha debería
ser el tratamiento complementario para los enfermos que presentan un carcinoma
neuroendocrino bien diferenciado mayor de 2 cm, con compromiso del
mesoapéndice, carcinoma neuroendocrino moderado o mal diferenciado,
adenocarcinoma, adenocarcinoide, cistoadenocarcinoma o mucocele apendicular.
Esta conducta estaría sustentada en que estos enfermos tendrían un mayor riesgo
de tener metástasis ganglionares.
En los enfermos con un adenocarcinoide apendicular, el
tratamiento con una hemicolectomía derecha también ha sido un tema de debate,
porque estos tumores son de peor pronóstico y tienen una mayor posibilidad de metástasis.