Evaluar un ganglio linfático
clave en los pacientes con la forma más peligrosa del cáncer de piel es el mejor método para determinar si el cáncer se
ha propagado, indica un nuevo ensayo clínico en etapa avanzada.
La prueba podría mejorar significativamente la supervivencia de
aquellos cuyos ganglios linfáticos afectados se extirpen entonces, apuntaron
los investigadores.
El estudio, que culmina casi dos décadas de investigación
internacional, provee la primera evidencia a largo plazo que afirma el valor de
un procedimiento conocido como "biopsia del ganglio centinela" para
las lesiones de melanoma intermedias y gruesas, señalaron los autores del
estudio.
El estudio comparó a los pacientes de melanoma durante un periodo de 10 años. Entre las personas con
lesiones de grosor intermedio, aquellos cuyos ganglios linfáticos se extirparon
después de que la biopsia del ganglio centinela resultara positiva para el
cáncer tenían un 44 por ciento más de probabilidades de sobrevivir a su
melanoma, aseguró el autor del estudio, el Dr. Mark Faries. Al otro grupo de
pacientes de "espera vigilante" no se les extirparon los nódulos
hasta que luego se halló que la enfermedad se había propagado.
"Tiene sentido: en los que no fueron tratados por adelantado
el melanoma se propagó del ganglio centinela a otros ganglios en el área, [lo
que puede favorecer] una propagación por todo el cuerpo", señaló Faries.
"Este estudio provee evidencia concreta de que todo lo que habíamos supuesto
sobre el procedimiento del ganglio centinela... y el tratamiento de los
ganglios linfáticos es verdad".
Según la Asociación Estadounidense del Cáncer (American Cancer
Society), los ganglios linfáticos son unas pequeñas estructuras que funcionan
como filtros de las sustancias nocivas en el cuerpo. Contienen células
inmunitarias que pueden ayudar a combatir la infección al atacar y destruir los
gérmenes en la linfa.
El estudio de Faries, director de investigación sobre melanoma del
Instituto Oncológico John Wayne en Santa Mónica, California, y sus
colaboradores aparece en la edición en línea del 12 de febrero de la revista
New England Journal of Medicine.
Cada año, unos 120,000 estadounidenses son diagnosticados con
melanoma, y la enfermedad mata a unos 9,000, según la Skin Cancer Foundation.
El factor de riesgo más potente de la enfermedad es una exposición intensa y
periódica a la luz ultravioleta de la luz solar o de las camas de bronceado, y
otros factores de riesgo incluyen la piel clara y los antecedentes familiares.
El estudio, que comenzó en 1994, asignó al azar a unos 2,000
pacientes de melanoma a dos grupos. En el grupo de observación se extrajeron
las lesiones y se observaron los ganglios linfáticos a la espera de la
recurrencia, momento en el cual se extirparon. El grupo de la biopsia se
sometió a la extirpación de la lesión y a una biopsia del ganglio centinela,
con una extirpación inmediata de los ganglios linfáticos en los pacientes cuyo
cáncer se había propagado al ganglio centinela.
En el melanoma, una biopsia del ganglio centinela extirpa el
ganglio más cercano a una lesión y lo evalúa para buscar evidencias de cáncer.
Si el ganglio centinela no está afectado, es muy poco probable que el cáncer se
haya propagado a los ganglios linfáticos circundantes ni a lugares lejanos en
el organismo. El procedimiento de biopsia también se utiliza para otras
malignidades, sobre todo en el cáncer de mama.
En el grupo de biopsia del nuevo estudio, los resultados del
ganglio centinela fueron el predictor más importante de supervivencia a 10 años
entre los pacientes de melanoma cuyas lesiones se consideraban como intermedias
o gruesas.
Las tasas de supervivencia libre de enfermedad de más de diez años
fueron significativamente mejores en el grupo de biopsia en los pacientes con
un melanoma intermedio (alrededor del 71 por ciento frente al 65 por ciento) y
un melanoma grueso (casi el 51 por ciento frente al 41 por ciento).
Entre los pacientes cuyo cáncer se propagó a los ganglios
linfáticos desde un melanoma de grosor intermedio, la biopsia arrojó una mejor
supervivencia libre de enfermedad a los 10 años respecto a los órganos lejanos,
además de una mejor supervivencia general al melanoma.
Extraer todos los ganglios linfáticos de un área del cuerpo puede
provocar una dolorosa inflamación crónica del tejido conocida como linfedema.
Pero este riesgo para los pacientes de melanoma puede ser respaldado por las
mejoras en la tasa de supervivencia documentadas en el nuevo estudio, señaló el
Dr. Charles Balch, profesor de cirugía de la división de oncología quirúrgica
del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, en Dallas.
Balch, coautor de un editorial que acompaña al estudio en la
revista, dijo que la investigación "cambia la práctica" debido a la
duración del ensayo clínico y la potencia de los hallazgos.
"Si sabemos que hay un aumento en la inflamación de la pierna
o el brazo, podemos justificar mejor [la extirpación de los ganglios] al
paciente si aumenta la supervivencia", señaló Balch. "Este es el
estudio más grande que se ha hecho nunca sobre este tema, es multinacional y
con el seguimiento más prolongado. Realmente es un trabajo seminal".
Artículo por HealthDay, traducido por
Hispanicare
FUENTES: Mark Faries, M.D., director,
melanoma research, John Wayne Cancer Institute, Santa Monica, Calif.; Charles
Balch, M.D., professor of surgery, division of surgical oncology, University of
Texas Southwestern Medical Center, Dallas; Feb. 12, 2014, New England Journal
of Medicine., online
HealthDay