Una dosis diaria de aspirina
se ha convertido en un tratamiento común para las personas con un riesgo alto
de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular (ACV), dado que adelgaza la
sangre y evita que se formen coágulos. ¿Pero es importante a qué hora se toma
el fármaco? Un nuevo estudio holandés sugiere que las personas que toman
aspirina antes de irse a la cama podrían recibir una mayor protección contra
los ataques cardiacos y ACV.
En la investigación
participaron casi 300 supervivientes de ataques cardiacos que tomaban aspirina
para evitar un segundo ataque al corazón. En dos periodos distintos de tres
meses, la mitad de los pacientes tomaron 100 miligramos de aspirina al
despertarse por la mañana, y la otra mitad tomaron la misma dosis antes de irse
a la cama.
Los investigadores deseaban
observar si tomar una aspirina de noche podría adelgazar mejor la sangre de una
persona, y potencialmente reducir el riesgo de ataque cardiaco, señaló el autor
del estudio, el Dr. Tobias Bonten, que trabaja en el departamento de
epidemiología clínica del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en los
Países Bajos.
"Desde los 80, se sabe
que los eventos cardiovasculares ocurren con más frecuencia en la mañana",
apuntó Bonten. Las horas matutinas son un periodo de actividad máxima de las
plaquetas, las células sanguíneas que ayudan en la coagulación, dijo. Los
médicos sospechan que esto podría contribuir al mayor riesgo de ataque cardiaco
y ACV en la mañana.
La aspirina reduce la
actividad de las plaquetas, y así reduce las probabilidades de que esas
plaquetas se coagulen en el torrente sanguíneo y produzcan un ataque cardiaco o
ACV, según los hallazgos. El estudio fue presentado el martes en la reunión
anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), en
Dallas.
Las investigaciones
presentadas en reuniones se deben considerar como preliminares hasta que se
publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
Sin embargo, el momento en
que se toma la aspirina no ha atraído mucha atención académica, apuntó el Dr.
Gregg Fonarow, vocero de la Asociación Americana del Corazón.
"En realidad no ha
habido estudios que observen el momento en que se toma la aspirina",
apuntó Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los
Ángeles. "Uno podría imaginarse que el momento en que se toma la dosis, ya
sea la mañana o la noche, no importaría demasiado".
Esto se debe a que la
aspirina tiene un efecto duradero sobre las plaquetas, ayudando a adelgazar la
sangre durante días después de tomarla, comentó.
"Por eso, antes de la
cirugía se indica a los pacientes que no tomen aspirina durante cinco a siete
días, y por eso continúa adelgazando la sangre incluso si uno se salta una
dosis", explicó Fonarow.
Pero los investigadores
holandeses hallaron que tomar aspirina antes de irse a la cama reducía la
actividad de las plaquetas más que tomarla por la mañana, aparentemente porque
evitaba el aumento matutino normal de la actividad de las plaquetas en el
cuerpo.
El equipo también halló que
las personas que tomaban aspirina antes de irse a la cama no sufrían más
molestias estomacales ni otros efectos secundarios que las personas que la
tomaban por la mañana, apuntó Bonten.
Los investigadores también
esperaban que tomar aspirina antes de irse a la cama reduciría la presión
arterial de una persona, algo que se observó en un estudio español anterior.
Pero no hallaron diferencias entre las presiones arteriales de los que usaban
aspirina por la mañana o antes de irse a la cama.
Sin embargo, no
necesariamente se debe comenzar a tomar la aspirina de noche de inmediato.
Fonarow señaló que en el estudio participaron muy pocas personas, y éste no
intentó determinar si tomar una dosis antes de irse a la cama proveerá una
mejor protección contra los ataques cardiacos y ACV.
"La cuestión clave es
si plantea una diferencia suficiente como para traducirse en unos mejores
resultados clínicos", planteó.
Fonarow dijo que hasta que
se hagan unos estudios de seguimiento de mayor tamaño, las personas a quienes
les han recetado aspirina para los problemas cardiacos deben seguir tomándola a
la hora del día que más les guste.
Otro estudio presentado en
la reunión de la Asociación Americana del Corazón halló que los adultos mayores
sedentarios pueden utilizar el ejercicio para ralentizar el avance de la
enfermedad cardiaca.
Los investigadores
observaron una proteína llamada troponina T para evaluar la tasa de lesiones
del corazón en más de 300 personas a partir de los 70 años de edad.
Los médicos hallaron que las
personas a quienes se había asignado a un año de actividad física supervisad
tuvieron un aumento tres veces más bajo en los niveles de troponina T que las
personas que no hicieron ejercicio con regularidad.
"Nuestros hallazgos
sugieren evidencia bioquímica que respalda la idea de que nunca es demasiado
tarde para comenzar con un programa de actividad física para mejorar la salud
cardiaca", enfatizó en una declaración el autor del estudio, el Dr.
Christopher DeFilippi, profesor asociado de medicina de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Maryland.
Artículo
por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Tobias
Bonten, M.D., department of clinical epidemiology, Leiden University Medical
Center, The Netherlands; Gregg Fonarow, M.D., spokesman, American Heart
Association, and professor of cardiology, University of California, Los
Angeles; Nov. 19, 2013, presentation, American Heart Association annual
meeting, Dallas