Unas nuevas informaciones
sobre las causas de los movimientos y ruidos descontrolados (tics) en las
personas con síndrome de Tourette podrían llevar a nuevos tratamientos no
farmacológicos para el trastorno, sugiere un estudio.
Esos tics parecen ser
provocados por un cableado defectuoso en el cerebro que resulta en una
"híper excitabilidad" en las regiones que controlan la función
motora, según los investigadores de la Universidad de Nottingham, en
Inglaterra.
"Este nuevo estudio es
muy importante, ya que indica que los tics motores y vocales en los niños
podrían ser controlados por los cambios cerebrales que alteran la excitabilidad
de las células nerviosas antes de los movimientos voluntarios", explicó en
un comunicado de prensa de la universidad Stephen Jackson, profesor de la
facultad de psicología. "Se puede comparar un poco como bajar el volumen
en un sistema motor demasiado ruidoso. Esto es importante ya que sugiere un
mecanismo que podría conducir a una terapia efectiva no farmacológica para el
síndrome de Tourette".
El síndrome de Tourette
afecta a alrededor de uno de cada cien niños y por lo general comienza en la
niñez temprana. En la adolescencia, debido a los cambios estructurales y
funcionales en el cerebro, alrededor de una tercera parte de los niños con
síndrome de Tourette superarán sus tics, y otra tercera parte controlarán mejor
sus tics.
Pero la tercera parte
restante de niños tendrán poco o ningún cambio en sus tics, y seguirán
teniéndolos en la adultez, explicaron los investigadores.
Carraspear la garganta y
parpadear son tics comunes. Algunas personas con síndrome de Tourette repiten
palabras, dan vueltas o, en casos raros, dicen palabrotas, lo que puede
provocar problemas sociales.
Para este estudio, publicado
en línea el 28 de noviembre en la revista Journal of Neuropsychology, los
investigadores compararon los cerebros de las personas con síndrome de Tourette
con los de personas sin el trastorno, y hallaron que los que sufren de Tourette
son menos capaces de controlar la hiperactividad en el cerebro.
Esto sugiere que hay
mecanismos en el cerebro que ayudan a controlar los tics y que pasan por
desarrollo o una reorganización durante la adolescencia, según el estudio.
Los tratamientos no
farmacológicos incluyen ciertas formas de estimulación cerebral para controlar
la hiperactividad cerebral, apuntaron los investigadores.
Artículo
por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: University of
Nottingham, news release, Dec. 11, 2013
HealthDay
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Derechos de autor 2013, HealthDay