¿Podría su hogar caliente y
cómodo impedir sus esfuerzos por perder peso? Unos investigadores holandeses
afirman que mantener las temperaturas un poco más bajas en casa y en la oficina
podría ser un arma adicional en la lucha contra la obesidad.
"¿Qué conllevaría si
dejáramos que nuestros cuerpos trabajen de nuevo para controlar la temperatura
corporal?", planteó el autor del estudio, el Dr. Wouter van Marken
Lichtenbelt, profesor asociado del departamento de biología humana del Centro
Médico de la Universidad de Maastricht.
En el nuevo estudio, su
equipo exploró si la exposición frecuente a unas temperaturas ligeramente frías
aumentaría el gasto energético del cuerpo. En otras palabras, ¿aumentarían un
poco los metabolismos de las personas (quemando más calorías) si vivían con un
poco de frío?
Estudios anteriores han
mostrado que los escalofríos aumentan la producción de calor en las personas,
según el estudio. Y un estudio japonés halló que las personas experimentaban un
descenso en la grasa corporal tras pasar dos horas al día durante seis semanas
a una temperatura de unos 63º F (17º C).
Por supuesto, las
temperaturas frías pueden provocar escalofríos. Los investigadores apuntaron
que los escalofríos son una respuesta biológica a corto plazo a las
temperaturas frías extremas, que protegen a los humanos de la hipotermia, que
es una temperatura corporal peligrosamente baja. Estudios más recientes
muestran que otro tipo de escalofríos, llamada termogénesis no tiritante (TNT),
una respuesta animal para combatir las temperaturas frías más templadas,
también aumenta la producción del calor, pero no tan rápido como para que el
cuerpo no pueda seguir produciendo calor.
"En la mayoría de
personas jóvenes y de mediana edad, el TNT aumenta las respuesta a la
exposición al frío leve entre unos cuantos y un 30 por ciento", apuntaron
los investigadores en el informe. "Por tanto, la TNT puede tener un efecto
fisiológicamente significativo sobre el gasto de energía".
Una investigación anterior
del equipo holandés mostró que las personas poco a poco se aclimatan a las
temperaturas más frescas en las habitaciones. Unas personas que pasaban seis
horas al día a 59º F (15º C) se sentían más cómodas y tiritaban menos después
de 10 días en ese ambiente, hallaron los investigadores.
El trabajo se basa en gran
parte en esa teoría, apuntó el Dr. Mitchell Lazar, jefe de la división de
endocrinología, diabetes y metabolismo de la Universidad de Pensilvania.
"Pero hay ciertamente evidencia
en las personas, y también en los roedores, que sugiere que reducir la
temperatura hace que el cuerpo queme más calorías para mantener la temperatura
corporal alta", señaló Lazar, quien no participó en el nuevo estudio.
Entonces, ¿cuánto tiempo habría
que pasar sentado en una habitación fría para quemar, por ejemplo, cien
calorías? Es demasiado pronto para saberlo, comentó van Marken Lichtenbelt.
"Tenemos evidencia
clara de que la adaptación al frío aumenta el gasto energético", dijo.
"No hay duda al respecto. Pero todavía no se sabe qué tan pronunciadas son
esas diferencias en la vida cotidiana, sobre todo a largo plazo".
Los investigadores están
planificando experimentos a largo plazo que conllevan que las personas vivan en
ambientes más fríos mientras se rastrea su peso con el tiempo. "Variaremos
la temperatura bajo techo y el peso, y se vigilarán muchos parámetros más de
salud", explicó van Marken Lichtenbelt.
"El otro experimento...
es el 'entrenamiento en temperaturas frías', también conocido como
'aclimatación'", dijo van Marken Lichtenbelt. "Se ha mostrado que
esto fomenta la grasa marrón en los roedores, y parece posible que podría hacer
lo mismo en las personas".
A diferencia de la grasa
blanca, la grasa marrón quema calorías en lugar de almacenarla. Algunos
estudios han mostrado que la grasa marrón tiene efectos beneficiosos sobre la
tolerancia a la glucemia, el metabolismo de la grasa y el peso corporal.
"Sería muy interesante
hacer algo con esto en las personas que hacen dieta y ejercicio para perder
peso, para ver si esta estrategia podría aumentar la pérdida de peso o incluso
permitir que el plan de dieta y ejercicio funcione", planteó van Marken
Lichtenbelt. "Sabemos que a muchas personas les cuesta solo con la dieta y
el ejercicio".
¿Vale la pena bajar el
termostato si intenta perder algo de peso? Es demasiado pronto para saber si
esa estrategia funcionaría, apuntó Lazar, quien también es director del
Instituto de Diabetes, Obesidad y Metabolismo de la Universidad de Pensilvania.
"No haría daño",
dijo. "Vale la pena que alguien que está teniendo problemas para perder
peso solo con la dieta y el ejercicio lo pruebe".
Artículo
por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Wouter van
Marken Lichtenbelt, associate professor, department of human biology, School
for Nutrition and Toxicology and Metabolism, Maastricht University Medical
Center, the Netherlands; Mitchell Lazar, M.D., Ph.D., director, Institute for
Diabetes, Obesity and Metabolism, and chief, division of endocrinology,
diabetes and metabolism, Perelman School of Medicine, University of
Pennsylvania; Trends in Endocrinology & Metabolism
HealthDay