Los niveles bajos de la
hormona estrógeno no tienen la culpa de los cambios en el estado de ánimo ni de
la mala memoria tras la menopausia, sugiere un nuevo estudio. Según el
hallazgo, los investigadores creen que no hay motivo para usar la terapia de
reemplazo hormonal para fomentar el bienestar mental después de que los
periodos menstruales cesen.
"Estos hallazgos del
estudio proveen evidencia adicional de que la decisión de una mujer sobre el
uso de la terapia hormonal a principios de la menopausia se debe realizar con
independencia de las consideraciones sobre las capacidades de
pensamiento", aseguró el investigador líder, el Dr. Victor Henderson,
profesor de neurología y ciencias neurológicas de la Universidad de Stanford,
en California.
Sin embargo, aunque el
estrógeno no se vinculó con ningún beneficio mental, el estudio halló que otra
hormona (la progesterona) podría afectar la capacidad de pensamiento en las mujeres
más jóvenes.
Pero este hallazgo podría
ser aleatorio, y amerita más investigación, según el informe publicado en la
edición en línea del 25 de noviembre de la revista Proceedings of the National
Academy of Sciences.
Las hormonas sexuales
estrógeno y progesterona por lo general declinan cuando la mujer tiene entre 30
y 49 años, al final resultando en la menopausia y en un final de la fertilidad.
La edad promedio de la menopausia es de unos 50 años
Los beneficios y los daños
de la terapia de reemplazo hormonal han sido tema de mucho debate. Estudios
anteriores han vinculado el uso de hormonas sintéticas tras la menopausia con
un mayor riesgo de enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular, coágulos
sanguíneos y cáncer de mama.
La Dra. Jennifer Wu,
obstetra y ginecóloga del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York,
señaló que después de la menopausia "muchas mujeres creen que la falta de
estrógeno conducirá al declive mental, y sencillamente no es así".
Los médicos usualmente no
inician la terapia de reemplazo hormonal como la primera línea de tratamiento
de los síntomas postmenopáusicos debido a los riesgos asociados, señaló.
"Intentar mantener las
capacidades mentales no es motivo para asumir todos los riesgos de la terapia
de reemplazo hormonal", enfatizó. Y hay otros medicamentos disponibles
para tratar los sofocos, unos episodios de calor corporal intenso relacionados
con la menopausia.
Algunos científicos han
planteado la teoría de que el efecto del estrógeno sobre el pensamiento podría
depender de qué tan pronto tras la menopausia se aumentaban los niveles de la
hormona. Esto llevó a los investigadores de este estudio a dividir a las
participantes en dos grupos: las mujeres dentro de un periodo de seis años de
la menopausia, y aquellas que estaban a más de diez años de la menopausia.
Henderson apuntó que la
duración del periodo de declive en el estrógeno no pareció plantear ninguna
diferencia. "Hallamos que la relación entre los niveles de estrógeno en
sangre y las habilidades de memoria o planificación es la misma en las mujeres
postmenopáusicas más jóvenes que en las mujeres postmenopáusicas con más
edad", señaló. "En esencia, no hay una asociación con el estrógeno a
ninguna edad".
Aunque estos hallazgos no
descartan del todo al estrógeno como relevante con el pensamiento y la memoria,
dado que no hay una forma directa de medir el estrógeno en el cerebro, sugieren
que aumentar los niveles de estrógeno, incluso en las mujeres postmenopáusicas
más jóvenes, podría no afectar las habilidades mentales de una forma u otra,
apuntó.
El Dr. Marc Gordon, jefe de
neurología del Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York, se mostró de
acuerdo en que este hallazgo "no respalda la hipótesis de que las mujeres
postmenopáusicas más jóvenes responderían más a los efectos beneficiosos del
estrógeno sobre sus capacidades mentales".
También apuntó que la
correlación entre unos niveles más altos de progesterona y unas mejores
habilidades de memoria y pensamiento en las mujeres más jóvenes debe ser
replicada. "Aún no está claro cuál podría ser el efecto de esta hormona
sexual sobre el cerebro", añadió.
El estudio utilizó datos de
más de 600 mujeres postmenopáusicas entre los 41 y los 84 años de edad. Ninguna
utilizaba terapia de reemplazo hormonal.
Los investigadores
realizaron una serie de pruebas para medir las habilidades de memoria y de
pensamiento de las mujeres. También las evaluaron por depresión, y midieron los
niveles de las hormonas estradiol, estrona, progesterona y testosterona.
Artículo
por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Victor
Henderson, M.D., professor, health research and policy and neurology and
neurological science, Stanford University, Stanford, Calif.; Marc Gordon, M.D.,
chief, neurology, Zucker Hillside Hospital, Glen Oaks, N.Y.; Jennifer Wu, M.D.,
obstetrician/gynecologist, Lenox Hill Hospital, New York City; Nov. 25, 2013,
Proceedings of the National Academy of Sciences, online