Los niños que no duermen lo
suficiente de noche podrían experimentar un ligero aumento en la presión
arterial el día siguiente aunque no tengan sobrepeso ni sean obesos, sugiere un estudio.
Los investigadores
incluyeron a 143 niños entre los 10 y los 18 años que pasaron una noche en un
laboratorio de sueño para ser observados. También usaron un monitor de la
presión arterial durante 24 horas, y llevaron un diario de sueño durante siete
días.
Todos los participantes
tenían un peso normal. Ninguno tenía una apnea del sueño significativa, una
afección caracterizada por interrupciones en la respiración durante el sueño.
El trastorno del sueño se ha vinculado con la hipertensión.
Según los hallazgos, apenas
una hora menos de sueño por noche llevó a un aumento de 2 milímetros de
mercurio (mm/Hg) en la presión arterial sistólica. Ese es el primer número en
una lectura de la presión sanguínea. Mide la presión de la sangre cuando se
mueve por las arterias.
Una hora menos de sueño
nocturno también condujo a un aumento de 1 mm/Hg en la presión arterial
diastólica. Ese es el segundo número, que mide la presión en descanso en las
arterias entre un latido cardiaco y otro.
Ponerse al día con el sueño
en el fin de semana puede ayudar a mejorar un poco la presión arterial, pero no
es suficiente para revertir este efecto del todo, informaron investigadores
dirigidos por Chun Ting Au, de la Universidad China de Hong Kong.
Por lo tanto, aunque el
efecto general de la pérdida de sueño sobre la presión arterial fue pequeño,
podría tener implicaciones para el riesgo de enfermedades cardiacas en el
futuro, sugirieron.
No se comprende del todo
exactamente cómo la falta de sueño lleva a aumentos en la presión arterial,
pero Au y colegas especulan que quizá provoque aumentos en las hormonas del
estrés, que se sabe que afectan a la presión arterial. Los hallazgos aparecen en
la edición en línea del 16 de diciembre y en la edición impresa de enero de la
revista Pediatrics.
Los participantes del
estudio dormían entre siete horas o menos hasta más de 10 horas. Cuanto menos
dormían, más alta era su presión arterial al día siguiente.
Expertos de EE. UU. afirman
que los nuevos hallazgos enfatizan la importancia de un sueño de buena calidad
para los niños.
"El estudio separa el
efecto de la apnea del sueño del de la pérdida de sueño, y muestra de forma
concluyente que la pérdida de sueño, en ausencia de apnea del sueño, aumenta la
presión arterial tanto sistólica como diastólica", señaló el Dr. Sanjeev
Kothare, experto en sueño pediátrico del Centro Médico Langone de la NYU, en la
ciudad de Nueva York.
"Los pediatras deben
evaluar la diabetes y la [hipertensión] en los adolescentes que no duermen bien
además de evaluar los ronquidos y la apnea del sueño en los adolescentes
obesos", planteó Kothare.
Según la National Sleep
Foundation, los niños de 5 a 12 años necesitan de 10 a 11 horas de sueño. Los
adolescentes necesitan unas 9.25 horas de sueño cada noche para funcionar a su
mejor nivel, pero para algunos 8.5 horas es suficiente.
"Ser sano no solo se
trata de hacer ejercicio con regularidad y comer bien, sino también de intentar
dormir lo suficiente", dijo el Dr. Rubin Cooper, jefe de cardiología
pediátrica del Centro Médico Pediátrico Cohen, en New Hyde Park, Nueva York.
Para fomentar un mejor
sueño, "inicie una rutina para irse a la cama que ayude a sus hijos a
relajarse antes de irse a la cama, y limite los mensajes de texto o los medios
sociales de noche", aconsejó Cooper. "Mantenga un horario similar los
días de semana y los fines de semana". Otros consejos para la higiene del
sueño incluyen evitar la cafeína antes de la hora de dormir.
Esas medidas podrían ser
incluso más importantes para los niños que tienen sobrepeso o son obesos.
"Si sus hijos se acuestan tarde y se levantan temprano encima de tener
obesidad y apnea del sueño, es una tormenta perfecta", advirtió Cooper. Pero
no se sabe exactamente qué diferencia haría un mejor sueño en ese escenario,
anotó.
Aunque el estudio halló una
asociación entre que los niños durmieran menos y un ligero aumento en la
presión arterial, no estableció causalidad.
La moraleja es que "el
sueño no es opcional para los adolescentes", apuntó el Dr. Metee
Comkornruecha, especialista en medicina adolescente del Hospital Pediátrico de
Miami.
Artículo
por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Rubin Cooper,
M.D., chief, pediatric cardiology, Cohen Children's Medical Center, New Hyde
Park, N.Y.; Metee Comkornruecha, M.D., adolescent medicine specialist, Miami
Children's Hospital; Sanjeev Kothare, M.D., pediatric sleep expert, NYU Langone
Medical Center, New York City; January 2014 Pediatrics
HealthDay
(c)
Derechos de autor 2013, HealthDay