Las nuevas directrices que
los principales expertos del corazón publicaron podrían ampliar la
cantidad de estadounidenses que toman estatinas para bajar el colesterol. El
cambio fundamental es: ahora se dice a los médicos que no se adhieran a las
directrices clínicas rígidas que llevan al uso de las estatinas cuando el nivel
de colesterol llegue a cierto umbral. En lugar de eso, se aconsejará a las
personas que tomen estatinas si ya tienen una enfermedad cardiaca, si el nivel
de colesterol malo (LDL) es extremadamente alto (190 miligramos por decilitro
de sangre o más) o si están en la mediana edad y tienen diabetes tipo 2.
A las personas de entre 40 y
75 años de edad con un riesgo a 10 años estimado de sufrir una enfermedad
cardiaca del 7.5 por ciento o más se les aconsejará que tomen estatinas. Los
expertos dicen que esta nueva regla podría alterar enormemente la cantidad de
pacientes a los que se aconsejará ahora que tomen dichos medicamentos.
Para realizar las nuevas
directrices, los expertos de la Asociación Americana del Corazón (American
Heart Association) y el Colegio Estadounidense de Cardiología (American College
of Cardiology) pasaron 4 años examinando datos de la atención de las enfermedades
cardiacas. Los nuevos criterios sobre quién debería tomar una estatina también
consideran ahora el riesgo de una persona de sufrir un accidente
cerebrovascular; algunos expertos creen que también puede aumentar la cantidad
de personas que son consideradas elegibles para los medicamentos.
"Nos centramos
específicamente en la terapia para bajar el colesterol para determinar qué es
lo que mejor funciona para reducir el riesgo de ataque cardiaco y accidente
cerebrovascular", comentó en la conferencia de prensa el Dr. Neil Stone,
profesor de medicina de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de
Northwestern y presidente del comité de colesterol.
La política revisada sobre
el colesterol "sugiere que el tratamiento debería ser individualizado y que,
en función del riesgo, alguien podría necesitar una dosis más alta de una
estatina más potente que en el caso de si su riesgo fuera más bajo",
comentó a HealthDay el Dr. Héctor Medina, cardiólogo en Scott & White
Healthcare en Round Rock, Texas.
Las estatinas, que incluyen
Crestor, Lipitor y Zocor, siguen siendo los medicamentos más efectivos para
reducir el colesterol y deberían combinarse con los cambios en el estilo de
vida para obtener los mejores resultados, según el nuevo informe. Esta aproximación
es mejor que intentar bajar el colesterol todo lo posible combinando las
estatinas con otros medicamentos, indicaron los autores del informe.
El comité también dijo que
hacer que los pacientes tengan el nivel adecuado de terapia de estatinas es más
importante que alcanzar una cifra objetivo, como era común en el pasado.
Para los adultos jóvenes, la
prevención del colesterol alto en primer lugar puede hacer mucho para evitar
ataques cardiacos y accidentes cardiovasculares, añadió el comité.
Evaluar el riesgo
Aproximadamente un tercio de
los adultos en riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular no han
sido diagnosticados, pero podrían beneficiarse de la prevención primaria, lo
que incluye tomar estatinas, según el informe.
Los médicos deberían usar
los factores de riesgo conocidos (como el envejecimiento, el nivel de
colesterol, la presión arterial, el hábito de fumar y la diabetes) para evaluar
el riesgo cardiovascular. "Estos son los predictores más potentes del
riesgo a 10 años de enfermedades cardiacas", indicó durante la conferencia
de prensa el Dr. Donald Lloyd-Jones, profesor de medicina preventiva en la
Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern y copresidente
del comité.
Los pacientes en riesgo de
ataque cardiaco o accidente cardiovascular en los próximos 10 años deberían
empezar inmediatamente con la terapia de medicamentos y se les debería animar a
cambiar su estilo de vida, comentó Lloyd-Jones.
Por otra parte, los que
tienen un riesgo más bajo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular se les
debería aconsejar que hicieran cambios en el estilo de visa, pero probablemente
no necesiten tomar medicamentos, añadió.
Afrontar la obesidad
Reducir el nivel de obesidad
también hace disminuir el riesgo de la salud cardiaca, y las nuevas directrices
podrían ayudar a los médicos y a los pacientes que tengan más peso a trazar un
plan para perder peso efectivo y que quizá les salve la vida.
Lo que funciona mejor son
los cambios en el estilo de vida, y no las dietas extremas, indicaron los
autores de las nuevas directrices.
"Nuestra recomendación
es que los médicos receten una dieta a fin de reducir la ingesta calórica como
parte de una intervención integral en el estilo de vida", indicó en la
conferencia de prensa la coautora de las directrices, la Dra. Donna Ryan,
profesora emérita de Centro de Investigación Biomédica Pennington de la
Universidad Estatal de Luisiana, en Baton Rouge. La dieta se debería
personalizar según las preferencias de los pacientes y también cualquier
medicamento que tomen, comentó.
La combinación de la dieta,
la actividad física y la consejería conductual en persona pueden llevar a una
"mejora de la salud clínicamente significativa", comentó Ryan.
"Estos beneficios empiezan con la pérdida de peso del 3 al 5 por ciento".
Los programas conductuales más efectivos incluyen 2 o 3 reuniones al mes
durante 6 meses o más, según el informe.
Casi 155 millones de adultos
estadounidenses tienen sobrepeso u obesidad, lo que les pone en riesgo de
ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, diabetes y muerte temprana. La
pérdida de peso reduce la presión arterial, mejora el nivel de colesterol en la
sangre y reduce la necesidad de medicarse para manejar la salud cardiaca,
explicó Ryan.
Para los estadounidenses,
las enfermedades cardiacas son la causa principal de muerte.
Los expertos dicen que los
médicos deberían usar el índice de masa corporal (IMC) de los pacientes para
evaluar si un paciente es obeso o no. El IMC es una medida de la grasa corporal
basada en la estatura y el peso; un IMC de 25 o más significa que hay
sobrepeso.
"El IMC es un primer
paso rápido y fácil para la evaluación", comentó Ryan. Calcular el IMC al
menos una vez al año ayudará a identificar a las personas que tienen un mayor
riesgo de enfermedades cardiacas y de accidente cerebrovascular debido a su
peso, añadió. La amplitud de la cintura también es un indicador del riesgo.
La cirugía para perder peso,
también conocida como cirugía bariátrica, podría ser la opción correcta para
los que tienen obesidad grave (un IMC de 35 o mayor), sobre todo si tienen
otros dos factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes y la
hipertensión.
Este énfasis en la obesidad
es crítico, dijo Medina, que no participó en la elaboración del informe.
¿El problema? "La
mayoría de los pacientes no creen que tienen sobrepeso u obesidad aunque su IMC
esté por encima de 40", afirmó.
Además de reducir la
obesidad, las nuevas directrices enfatizan la necesidad de que se mantenga un
nivel sano de colesterol, comer una dieta saludable y evaluar otros factores de
riesgo de ataque cardiaco y el accidente cerebrovascular.
Una dieta sana y ejercicio
Una dieta sana (no
necesariamente una dieta baja en calorías) y hacer ejercicio reducen el riesgo
de enfermedad cardiovascular al bajar la presión arterial y el nivel de
colesterol.
"Los patrones
dietéticos que son saludables para el corazón... incluyen mucho pescado,
verdura y granos integrales, y limitar las grasas saturadas, las grasas trans y
el sodio", comentó en la conferencia de prensa el copresidente del comité
del colesterol, el Dr. Robert Eckel, profesor de medicina en el Campus Médico
Anschutz de la Universidad de Colorado, en Aurora.
Una dieta saludable para el
corazón de 2,000 calorías al día debería incluir:
- Cuatro o cinco porciones de fruta al día
- Cuatro o cinco porciones de verdura al día
- De seis a ocho porciones de granos integrales al día
- Dos o tres porciones de productos lácteos bajos en grasa o sin grasa al día
- Seis o menos onzas de aves o pescado al día
- Cuatro o cinco porciones de frutos secos, legumbres y semillas a la semana
- Dos o tres porciones de aceites saludables al día
- Limitar los dulces y los azúcares
Para reducir la
hipertensión, limite la ingesta de sal a 1,500 miligramos al día, indicó el
comité. Las personas adultas estadounidenses consumen un promedio de
aproximadamente 3,600 miligramos al día.
Una clave para comer de
forma saludable para el corazón es evitar las grasas trans, que no tienen un
valor nutricional, pero a menudo se añaden a los alimentos para alargar la
fecha de caducidad o mejorar la textura. La Administración de Drogas y
Alimentos (FDA) de EE. UU. anunció un plan la semana pasada para prohibir estas
grasas de todos los alimentos procesados. A menudo aparecen en la lista de ingredientes
de las etiquetas como aceites parcialmente hidrogenados.
Las directrices también
recomiendan que se realice ejercicio aeróbico entre moderado e intenso, como
andar a paso rápido, durante aproximadamente 40 minutos 3 o 4 veces a la
semana.
Artículo
por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Nov. 8, 2013,
press conference with Donna Ryan, M.D., professor emeritus, Pennington
Biomedical Research Center at Louisiana State University, Baton Rouge; Neil
Stone, M.D., professor, medicine, Northwestern University Feinberg School of
Medicine, Chicago; Neil Stone, M.D., chairman, expert panel, and professor,
medicine, Northwestern University Feinberg School of Medicine, Chicago; Donald
Lloyd-Jones, M.D., Sc.M., senior associate dean, chairman and professor,
preventive medicine, Northwestern University Feinberg School of Medicine;
Robert Eckel, M.D., professor, medicine, University of Colorado Anschutz
Medical Campus, Aurora; Hector Medina, M.D., cardiologist, Scott & White
Healthcare, Round Rock, Texas