Se puede definir como la inflamación de la Vesícula Biliar, e incluye todas las alteraciones anatómicas que tienen lugar en la vesícula, desde el edema y la congestión hasta la infección grave con gangrena y perforación.
El factor constante de las colecistitis lo constituyen los cálculos o litiasis (en el 90-95% de los casos), tan es así que la ley postula "es rara la colecistitis sin cálculos o los cálculos sin colecistitis", aunque existen otros factores que también pueden determinar la inflamación aguda de la vesícula. Los cálculos en la vesícula se conocen desde la más remota antigüedad, los cuales han sido descritos en las momias egipcias antes de nuestra era.
Características clínicas
En el síndrome peritoneal por colecistitis aguda hay antecedentes en un 75% sugestivo de la enfermedad. Los pacientes refieren haber presentado dolores en epigastrio (boca del estomago) o cuadrante superior derecho (hipocondrio derecho) producidos posterior a la ingestión de comidas grasas o copiosas.
El comienzo de la crisis suele ser gradual, pero a veces se establece de forma súbita. El dolor se señala casi siempre en la línea media. A medida que la vesícula se distiende y la inflamación progresa el dolor aumenta y se hace continuo. El dolor se puede irradiar hacia la región subescapular derecha y hacia el hombro derecho, signo de Laffont. El paciente puede presentar naúseas y vómitos. Cuando los vómitos son muy repetidos, puede ser un indicio de cálculos en el colédoco. Los escalofríos son raros.
Estas manifestaciones del comienzo de colecistitis aguda pueden se confundidas con los cólicos biliares, que no se acompañan de fiebre elevada y donde los signos físicos son transitorios o intermitentes. El dolor en los cólicos cede con la administración de antiespasmódicos a diferencia del que se produce en la colecistitis.
Al examen físico el paciente presenta dificultades para acostarse en la camilla donde será examinado y se observa que constantemente se pone las manos sobre la región que duele, encorvándose ligeramente hacia la derecha. Se constata cierta defensa involuntaria y voluntaria muscular. Puede ser palpado el fondo vesicular y la Maniobra de Murphy es dolorosa. Cuando se palpa el punto cístico, se observa que también es dolorosa. Puede haber discreto tinte ictérico que si no existen las condiciones óptimas en el lugar de la exploración, es decir, buena iluminación (natural o con lámparas fluorescentes), puede pasar inadvertido. La temperatura es variable y depende del grado de inflamación y de la edad del enfermo; como promedio suele ser de 38º C.
En aquellos casos donde el proceso inflamatorio progresa, puede presentarse gangrena, perforación, plastrón, peritonitis generalizada, pileflebitis y excepcionalmente hemorragia intraperitoneal.
Signo de Murphy (Método de Moynihan): Se coloca la mano izquierda sobre el reborde costal, de tal modo que el pulgar se apoye sobre el fondo de la vesícula. El pulgar ejerce una presión moderada. Se le pide al paciente que respire profundo. El signo es positivo si el paciente corta su respiración, debido a que, al bajar el diafragma, se produce el choque de la vesícula inflamada contra el pulgar.
Cartílago costal sensible como signo de colecistitis
Este signo se busca colocando la mano de plano sobre el abdomen. Comenzando en el lado izquierdo, se aplica firmemente el pulpejo de un dedo sobre el reborde costal. De este modo se va examinando, cm a cm, dicho reborde. No se dice palabra, sólo se observa la expresión del paciente. En el lado derecho, en un caso de colecistitis, con frecuencia se observa, gracias a la expresión del individuo, un solo punto de hipersensibilidad. Generalmente este se encuentra a nivel del borde de la 8va costilla, pudiendo estar algunas veces un poco por encima o por debajo.