Un científico británico y uno japonés recibieron el premio
Nobel de Medicina por descubrir que las células adultas pueden transformarse en
células madre embrionarias que podrían regenerar tejido dañado en el cerebro,
el corazón y otros órganos.
John Gurdon, de 79 años, del Instituto Gurdon en Cambridge,
Gran Bretaña, y Shinya Yamanaka, de 50 años, de la Universidad de Kyoto en
Japón, descubrieron la manera de crear tejido que podría actuar como células
embrionarias, sin la necesidad de extraer embriones.
Ambos científicos compartirán el premio Nobel de Medicina de
1,2 millones de dólares por el trabajo que inició Gurdon hace 50 años y que
Yamanaka complementó con un experimento realizado en el 2006 que transformó el
campo de la "medicina regenerativa", el cual consiste en curar enfermedades
mediante la regeneración de tejido saludable.
"Estos descubrimientos revolucionarios han cambiado por
completo nuestra visión del desarrollo y la especialización de las
células", dijo la Asamblea Nobel en el Instituto Karolinska, en Suecia.
Todos los tejidos del cuerpo se originan de células madre,
antes de desarrollarse en piel, sangre, sistema nervioso, músculos y huesos. La
gran esperanza para las células madre es que pueden ser utilizadas para
reemplazar tejido dañado, desde heridas en la médula espinal hasta la
enfermedad de Parkinson.
En una rueda de prensa en Japón, Yamanaka dio las gracias a
su equipo de jóvenes investigadores: "Mi alegría es muy grande. Pero
también tengo un gran sentido de la responsabilidad".
Por su parte, Gurdon ha hablado de una carrera difícil para
un joven que amaba la ciencia pero que se alejó de ella en el colegio. Sigue
guardando un desalentador informe escolar en la pared de su oficina.
"Creo que tiene la idea de convertirse en científico
(...) Es ridículo", escribió su profesor. "Sería una pérdida de
tiempo tanto para él como para los que tienen que enseñarle". El joven
John "no quiere escuchar sino que insiste en hacer su trabajo a su
manera".
CELULAS MADRE SIN EMBRIONES
Los científicos pensaban que era imposible convertir el
tejido adulto en células madre, lo que implica que sólo podrían crearse nuevas
células madre mediante la extracción de embriones, una práctica que generó un
conflicto ético en algunos países y que también implica que las células
implantadas podrían ser rechazadas por el cuerpo.
En 1958, Gurdon fue el primer científico en clonar un animal,
produciendo un saludable renacuajo del huevo de una rana con el ADN de la
célula intestinal de otra cría.
Ello demostró que las células desarrolladas aún portan la
información necesaria para crear cada célula del organismo, décadas antes de
que otros científicos se hicieran conocidos a nivel mundial por clonar al
primer mamífero, la oveja Dolly.
Más de 40 años después, Yamanaka produjo células madres de
ratón de las células cutáneas de un roedor adulto, al insertar algunos genes.
Su revolucionario hallazgo demostró efectivamente que el
desarrollo de un tejido adulto podría ser revertido, transformando las células
adultas de nuevo en células que se comportan como embriones. Las nuevas células
madre son conocidas como "célula madre pluripotente inducida", o
células iPS.
"El objetivo final es proporcionar células de
sustitución de todo tipo", explicó el Instituto Gurdon en su página web.
"Nos gustaría ser capaces de encontrar una forma para
obtener células de sustitución para el corazón o el cerebro a partir de la piel
o la sangre. El punto importante es que estas células tienen que ser del propio
individuo para evitar problemas de rechazo y la necesidad de la
inmunosupresión".
El adelanto científico aún está en sus etapas iniciales y
entre otras importantes preocupaciones está el temor de que las células iPS
puedan crecer fuera de control y desarrollarse en forma de tumores.
No obstante, en los seis años desde que Yamanaka publicó sus
hallazgos, los descubrimientos ya han producido importantes avances en la
investigación médica y no se han generado los conflictos políticos o éticos que
surgieron por la extracción de embriones.
El de medicina es el primero de los premios Nobel otorgado
cada año. Las distinciones por logros en las ciencias, la literatura y la paz
se concedieron por primera vez en 1901 en conformidad con el testamento del
inventor de la dinamita y empresario Alfred Nobel.
Fuente: MedlinePlus