(HealthDay News) -- Investigadores que trabajan con moscas de
la fruta afirman haber descubierto una forma en que el reloj biológico del organismo
controla la actividad de las neuronas que influyen sobre los ritmos diarios.
Creen que sus hallazgos podrían mejorar la comprensión sobre
los ciclos de sueño y vigilia, y llevar a nuevos tratamientos para los
trastornos del sueño y el desfase horario.
"Los hallazgos responden a una pregunta significativa:
de qué forma los relojes biológicos controlan la actividad de las neuronas
reloj, que a su vez regulan los ritmos conductuales", señaló en un
comunicado de prensa de la Universidad de Nueva York el autor principal del
estudio Justin Blau, profesor asociado del departamento de biología de la
universidad.
Investigaciones anteriores sobre los "genes reloj"
de las moscas de la fruta llevaron al descubrimiento de genes similares en
humanos, según el comunicado de prensa.
Se sabía que los relojes biológicos controlan la actividad
neuronal, pero no se sabía cómo la información de los relojes biológicos hacía
funcionar a los ritmos en la actividad cerebral de las neuronas marcapasos que
controlan los ritmos diarios.
El equipo de la NYU observó las neuronas marcapasos en el
cerebro central de las moscas de la fruta que fijan el ritmo de las
transiciones diarias entre el sueño y la vigilia. Aislaron esas neuronas e
identificaron conjuntos de genes con distintos niveles de actividad al amanecer
y al atardecer.
Experimentos de seguimiento hallaron que la actividad de un
gen llamado Ir era mucho mayor al atardecer que al amanecer, y era más activo
en las neuronas marcapasos que en el resto del cerebro. Los investigadores
también hallaron que aumentar o reducir los niveles del Ir afectaba a los
ritmos conductuales y cambiaba el ritmo y la potencia de las variaciones del
reloj central.
"Buscábamos una salida del reloj biológico que vinculara
al reloj central con la actividad neuronal", dijo Blau. "Parece que
el Ir lo hace, pero sorprendentemente también retroalimenta para regular al
reloj central mismo. Unos bucles de retroalimentación parecen estar
profundamente vinculados con el reloj biológico, y presumiblemente ayudan a que
estos relojes funcionen tan bien".
El estudio aparece en la edición de octubre de la revista Journal
of Biological Rhythms. Los investigadores anotan que los resultados de los
estudios animales no necesariamente se aplican a los humanos.
Robert Preidt
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: New York University, news release, Oct. 9,
2012