Los investigadores pronto podrían añadir un nuevo elemento a
la lista de los beneficios bien documentados del ejercicio para la salud: Un
estudio preliminar sugiere que cuando los sobrevivientes de cáncer hacen
ejercicio durante varias semanas después de terminar la quimioterapia, sus
sistemas inmunológicos se remodelan a si mismo para ser más eficaces, lo que
podría defenderlos de futuros incidentes de cáncer. El hallazgo podría
ayudar a explicar por qué el ejercicio
puede reducir significativamente el riesgo de cánceres secundarios en
sobrevivientes o reducir el riesgo de cáncer del todo en personas que nunca han
tenido la enfermedad.
Laura Bilek, Sharp Graham Thiele y Geoffrey, todos de la
Universidad de Nebraska Medical Center, y Shackelford Daniel, Colin Quinn y
Schneider Carole, todos del Rocky Mountain Cancer Rehabilitation Institute,
analizaron las células T en la
sangre de los sobrevivientes de cáncer antes y después 12 semanas de un
programa de ejercicio. Ellos encontraron que una porción significativa de estas
células inmunes se convirtieron de una forma senescente, que no es tan eficaz
en la lucha contra la enfermedad, a una forma sensible, lista para combatir el
cáncer y las infecciones.
Su presentación en póster titulada "El Efecto del
ejercicio sobre las células T en los sobrevivientes de cáncer", se
debatirá en la reunión Biología Integrativa de Ejercicio VI, se celebrará del
10 al 13 de Oct. 2012 en el Hotel Westin Westminster en Westminster, CO Este
encuentro es una colaboración de esfuerzos entre la American Physiological
Society, el Colegio Americano de Medicina del Deporte y la Sociedad Canadiense
de Fisiología del Ejercicio. La conferencia está financiada en parte por
el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la
Piel, un instituto de los Institutos Nacionales de Salud, GlaxoSmithKline Inc.,
Péptidos Stealth, Inc., y Biociencias Seahorse.
Ejercicio e Inmunidad
La líder del estudio Laura Bilek explica que en una
investigación anterior había aparecido una variedad de asociaciones positivas entre el ejercicio y el cáncer. En
particular, que el ejercicio puede reducir el riesgo de contraer la incidencia
inicial de varios tipos diferentes de cáncer, a menudo puede mejorar el
pronóstico en pacientes con cáncer, y puede reducir el riesgo de recurrencia y
supervivencia por cánceres secundarios de algunos tipos. Sin embargo, el
mecanismo detrás de estos fenómenos ha sido desconocido.
Dado que otras investigaciones han sugerido que el ejercicio
puede remodelar el sistema inmunológico, haciendo que sea más eficaz en la
lucha contra las enfermedades en general, Bilek y sus colegas decidieron
investigar cómo el ejercicio afecta el sistema inmune de los pacientes con
cáncer. Trabajando con un grupo de 16 sobrevivientes de cáncer, todos menos uno
de los que recientemente terminó el tratamiento de quimioterapia del cáncer,
los investigadores se centraron en las células T, un tipo de célula inmunitaria
que ataca a una variedad de agentes infecciosos, así como las células
cancerosas. Después de la quimioterapia, una investigación anterior había
demostrado que la mayoría de las células T se vuelven senescentes, con una
disminución de la capacidad para combatir infecciones y cánceres. Sin
embargo, Bilek dice, reconstruir la población sensible (naïve) de células T es
fundamental para la recuperación de la función inmunológica normal y la
capacidad para combatir el cáncer.
Primero, los investigadores tomaron muestras de sangre de
cada uno de los voluntarios para examinar la cantidad de células T senescentes
y sensibles que cada uno tenía. Entonces, estos sujetos del estudio fueron
reclutados todos en los programas de ejercicio de 12 semanas en el Rocky
Mountain Cancer Rehabilitation Institute. Todos los programas fueron
individualizados para los participantes del estudio, incorporando elementos de
ejercicio cardiovascular, entrenamiento de fuerza y resistencia, ejercicios
de flexibilidad, de postura y equilibrio, con un énfasis especial en las zonas
donde los participantes eran débiles.
Después del programa de 12 semanas, los investigadores
tomaron una segunda muestra de sangre de cada voluntario y corrieron los mismos
análisis de células T.
Los resultados mostraron que la proporción de células T senescentes
a las sensibles había cambiado favorablemente en la mayoría de los
participantes, con la generalidad de los sujetos recuperando un mayor número de
la variedad sensible.
"Lo que estamos sugiriendo es que con el ejercicio, es
posible la eliminación de las células T que no son útiles y dando lugar a
células T que pueden ser útiles", dice Bilek.
Y añade que este hallazgo pone de manifiesto la importancia
del ejercicio para todos, incluidas las personas con cáncer y sobrevivientes de
cáncer. Estas dos poblaciones pueden beneficiarse especialmente de una mayor
"vigilancia del cáncer", (la capacidad del sistema inmunológico para
buscar y destruir cánceres en ciernes) que este estudio sugiere, el ejercicio
aporta, Bilek explica.
"Hay una larga lista de beneficios positivos del
ejercicio", dice Bilek. "Si el ejercicio en realidad fortalece
el sistema inmunológico y mejora potencialmente la vigilancia del cáncer, es
una cosa más que debemos educar a los pacientes sobre una razón por la que se debe
programar la actividad regular durante todo el día y que sea una prioridad en
sus vidas."
Fuente: newswise