(HealthDay News) -- Las personas que viven en vecindarios de
bajos ingresos en Estados Unidos son generalmente menos propensas a beber
alcohol que las que viven en vecindarios ricos, pero ciertos grupos de personas
de vecindarios de bajos ingresos están en mayor riesgo de problemas con la
bebida, halla un estudio reciente.
Los hombres negros e hispanos en vecindarios de bajos
ingresos son más propensos a beber alcohol que los que viven en vecindarios de
altos ingresos, y los hombres negros de los vecindarios desventajados son más
propensos a ser bebedores empedernidos, hallaron los investigadores.
La encuesta de casi 14,000 adultos también halló que cuando
los hombres negros y las mujeres blancas de vecindarios pobres beben, es más
probable que sufran de consecuencias relacionadas con el alcohol, como pleitos
físicos, líos con la policía y problemas en el trabajo, en comparación con los
hombres negros y las mujeres blancas de vecindarios más ricos.
El estudio aparece en la edición de noviembre de la revista Journal
of Studies on Alcohol and Drugs.
"Hay muchos aspectos del ambiente que pueden afectar la
conducta de ingesta de alcohol y lo que sucede cuando se elige beber",
señaló en un comunicado de prensa de la revista la investigadora líder
Katherine Karriker-Jaffe, del Grupo de Investigación en Alcohol del Instituto
de Salud Pública en Emeryville, California.
Por ejemplo, aunque en los vecindarios pobres quizás haya
muchos bares y otros lugares donde comprar alcohol, el consumo de las personas
podría verse restringido al tener menos ingresos disponibles para comprar el
alcohol o por las creencias culturales que disuaden de la bebida, anotó.
Los hallazgos del estudio apuntan a una relación bastante
compleja entre vivir en un vecindario pobre y el consumo de alcohol, pero no
está claro por qué existen diferencias raciales y sexuales, señaló
Karriker-Jaffe.
La tasa más elevada de consumo empedernido de alcohol entre
los hombres negros de los vecindarios pobres podría relacionarse con las muchas
fuentes de estrés que hay en sus vidas, sugirió.
Robert Preidt
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Journal
of Studies on Alcohol and Drugs, news release, Oct. 9, 2012