Los científicos han demostrado una teoría de 60 años de edad,
acerca de cómo las señales nerviosas se envían a todo el cuerpo a distintas
velocidades como impulsos eléctricos.
Los investigadores probaron cómo estas señales se transmiten
a través de las fibras nerviosas, lo que nos permite mover y reconocer
sensaciones como el tacto y el olfato.
Los hallazgos de la Universidad de Edimburgo han validado una
idea propuesta por el premio Nobel Sir Andrew
Huxley.
Se ha sabido durante muchos años que una capa aislante (conocido
como mielina) que rodea las fibras nerviosas es crucial para
determinar la rapidez con estas señales se envían.
Este aislante de mielina se interrumpe a intervalos regulares
a lo largo del nervio por espacios llamados nodos.
Los científicos, cuyo trabajo fue financiado por la Wellcome
Trust, han demostrado que cuanto mayor sea la distancia entre los nodos, más
rápido envían las fibras nerviosas señales por los nervios.
La teoría de que la distancia entre estas lagunas podría
afectar a la velocidad de las señales eléctricas se propuso por primera vez por
Sir Andrew Huxley, quien ganó el Premio Nobel en 1963 por su trabajo en la
señalización eléctrica en el sistema nervioso, y que murió a principios de este
año.
El estudio, publicado en la revista Current Biology, ayudará
a dar una idea de lo que ocurre en las personas con daño en los nervios.
También arroja luz sobre cómo se desarrollan los nervios antes y después del
nacimiento.
El profesor Peter Brophy, director de la universidad del
centro de Edimburgo para Neuroregeneración, dijo: "El estudio nos da una
mayor comprensión de cómo los sistemas nerviosos central y periférico funciona
y lo que ocurre después de que los nervios se lesionan. Sabemos que los nervios
periféricos tienen la capacidad de repararse, pero longitudes más cortas de
aislamiento alrededor de las fibras nerviosas después de la reparación afecta
la velocidad con la que los impulsos se envían a todo el cuerpo. "
Los investigadores encontraron que cuando la mielina ha alcanzado
una cierta longitud, la velocidad con la que los impulsos nerviosos se
realizaron alcanzó un pico.
El estudio, llevado a cabo en ratones, también confirmó que
una proteína (periaxin) desempeña un
papel clave en la regulación de la longitud de las capas de mielina alrededor
de las fibras nerviosas.
Fuente: EurekAlert
Lai Man N. Wu, Anna Williams, Ada Delaney,
Diane L. Sherman, Peter J. Brophy. Increasing Internodal Distance in Myelinated
Nerves Accelerates Nerve Conduction to a Flat Maximum . Current Biology
, 2012; DOI: 10.1016/j.cub.2012.08.025