(HealthDay News) -- La tasa de abuso de analgésicos recetados
entre los jóvenes estadounidenses es 40 por ciento más elevada que en
generaciones anteriores, y actualmente es el segundo tipo de uso ilegal de
drogas más común tras la marihuana, según un estudio reciente.
El abuso de la generación actual de analgésicos recetados
como vicodin, valium y oxicontina es "más alto que en todas las
generaciones en que se ha medido anteriormente", advirtió en un comunicado
de prensa de la Universidad de Colorado el autor del estudio Richard Miech,
profesor de sociología de la universidad, en Denver.
Los investigadores analizaron datos de la Encuesta nacional
de uso de drogas y salud de 1985 a 2009, y hallaron que el abuso de analgésicos
recetados llevó a:
- Un aumento de 129 por ciento en las visitas a departamentos de emergencia entre 2004 y 2009.
- Un aumento de más de 500 por ciento en el número de personas que buscaban tratamiento para la adicción a los opiáceos recetados entre 1997 y 2007.
- Un aumento de más del triple en las muertes por sobredosis accidental entre los 90 y 2007.
Actualmente, hay más muertes por sobredosis accidentales de
analgésicos recetados que debido a sobredosis de cocaína y heroína en
combinación, señaló Miech.
Muchos factores contribuyen al creciente abuso de analgésicos
recetados entre los jóvenes, entre ellos una mayor disponibilidad. Por ejemplo,
el número de productos de hidrocodona y oxicodona legalmente recetados en EE.
UU. aumentó de unos 40 millones en 1991 a casi 180 millones en 2007, según el
estudio, que aparece en la edición del 16 de octubre de la revista Journal of
Adolescent Health.
En los botiquines de las personas hay más de estos fármacos,
apuntó Miech, y si estos fármacos no se guardan bajo llave, robarlos es fácil.
"La mayoría de personas reconocen los peligros de dejar
un arma de fuego cargada sin supervisión en la casa", apuntó Miech.
"Lo que pocas personas tienen en cuenta es que más mueren como resultado
de fármacos recetados no almacenados con seguridad".
Los hallazgos sugieren que los esfuerzos actuales por
prevenir el abuso de analgésicos recetados no son efectivos, y que "es
crítico que creemos una estrategia para afrontar una epidemia que muestra pocas
señales de mejora", señaló Miech.
Por: Robert Preidt
Artículo por HealthDay, traducido
por Hispanicare
FUENTE: University of Colorado at Denver, news
release, Oct. 15, 2012